Formación de la orina por los riñones I: Filtración glomerular.

¿Sabías qué…?
El primer paso en la formación de orina es la filtración de grandes cantidades de líquidos a través de los capilares glomerulares en la cápsula de Bowman, casi 180 litros al día. La mayor parte de este filtrado se reabsorbe, dejando solamente 1 litro de líquido para ser excretado como orina al día.
En un hombre de 70 kg, el flujo sanguíneo combinado a través de los dos riñones es de unos 1100 ml/min, lo que representa el 22% del total de la sangre del organismo.


Anatomía Fisiológica


La nefrona está constituida por capilares sanguíneos llamados glomérulo y un túbulo largo que convierte el filtrado en orina. El glomérulo tiene numerosas perforaciones llamadas fenestraciones, que por su tamaño facilitan el filtrado de la mayoría de los compuestos de la sangre, pero evitando el paso de la porción celular de la sangre y las proteínas que están presentes en ella.




Además de esta ventaja estructural, hay otros mecanismos por los cuales se determina muy bien lo que se va a filtrar y en qué cantidad. Así como en otras partes del cuerpo, existen fuerzas que empujan el plasma hacia el glomérulo y hay otras que evitan este flujo, de esta manera, el cuerpo se vale de diversos métodos para regular y mantener normal la producción de filtrado glomerular.




Debido a que este mecanismo de filtración depende de la presión que exista en la sangre, el riñón se vale de mecanismos para mantener normal el proceso de filtración aun cuando existan cambios en la presión sistémica, un ejemplo de ello es la regulación en la presión de las arteriolas (arterias de muy bajo diámetro) por donde entra (aferente) o sale (eferente) la sangre para su filtración.


Para esta regulación, el mismo riñón produce sustancias que aumentan o disminuyen la filtración glomerular (FG) para que actúen junto con aquellas producidas en otras partes del organismo y así lograr el equilibrio cuando se es necesario. La adrenalina, noradrenalina y endotelina disminuyen la tasa de FG, mientras que el óxido nítrico y las prostaglandinas la aumentan. La angiotensina II es de gran importancia para la regulación de estas funciones.



El mismo túbulo que se encarga de convertir el filtrado en orina tiene una región especializada llamada mácula densa, que mide el nivel de la concentración de sodio en el filtrado, un marcador importante acerca la cantidad de plasma que se está filtrando por el glomérulo. Una cantidad baja de sodio percibida por la mácula densa, hace que se active el sistema renina – angiotensina, esto, para aumentar la resistencia arteriolar eferente o disminuir la resistencia arteriolar aferente, para que la presión hidrostática que empuja el plasma para ser filtrado aumente y así concomitantemente haya mayor filtrado. Cuando la concentración de sodio es normal y por ende la filtración, el mecanismo es el contrario.

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